miércoles, 17 de octubre de 2007

Los sentidos

Hoy estaba leyendo un artículo sobre sondas espaciales y comentaban que todo lo que conocíamos del espacio se basaba en unos espectros de ondas concretos, luz visible, infrarrojos..., y el autor divagaba sobre lo que nos estaremos perdiendo... comparaba el tema a lo que ocurriría si solo tuviéramos un sentido.

En la naturaleza, la mayor parte de los animales tienen algunos sentidos menos desarrollados que nosotros, pero alguno mucho más desarrollado. Por lo tanto, aunque tengamos cinco sentidos hay mucho que nos perdemos de la naturaleza, no oimos ni olfateamos como un perro, ni vemos como una mosca ni tenemos el tacto de una serpiente.

¿Y si hay muchos más sentidos que 5 y no lo sabemos? Cuanto nos estaríamos perdiendo entonces... Aunque si recordais la película de M. Night Shyamalan "el sexto sentido" es posible que sea mejor quedarse en cinco y además medio atrofiados. Quizás no merezca la pena percibir aquello que no percibimos.

En cualquier caso, ojos que no ven... (nunca mejor dicho)...

No creo que un murciélago eche de menos ver, si nunca ha visto*. Del mismo modo no podemos echar de menos no tener sentidos para percibir algo que nunca hemos percibido...

Bueno, como divagación por hoy está bien.

*Nota: Los murciélagos sí que tienen ojos y pueden ver, aunque se orientan principalmente por el oído

lunes, 15 de octubre de 2007

Virus

Hoy es el " Blog Action Day ". En este día, más de 5000 bloggers pondrán en sus blogs una entrada sobre medio ambiente.

Mi blog es mínimo, pero no quería dejar de poner mi granito, con algo que siempre he pensado.

Siempre que pienso en alguien con cancer o alguien con Sida, o cualquier otra enfermedad que implique alguna forma de parasitismo pienso que si los parásitos supieran que al crecer de forma tan desmesurada iban a matar al anfitrión y de este modo iban a desaparecer ellos también se lo pensarían dos veces e intentarían proteger a aquel organismo del que dependen.

Pues no. El ejemplo es lo que está pasando en la tierra. El paralelismo es notorio: Nosotros somos los parásitos que vivimos a costa de nuestro anfitrión, la tierra. Nos dedicamos a acabar con sus recursos, hacemos que se enferme, y si no hace nadie algo, antes de que nos demos cuenta, llegaremos a acabar con el "organismo" del que dependemos. Y de ese modo acabaremos con nosotros mismos.

¿Nos detiene eso? Parece que no. Y se supone que somos seres inteligentes.

La evolución

Oí en algún lugar que lo siguiente en que evolucionaría el hombre es en la desparición del apéndice o de la muela del juicio. También se habla de una hipertrofia del dedo gordo debido al uso del ratón o a una modificación de las vértebras debido al tiempo que pasamos sentados.

Yo creo que no, creo que el siguiente paso en la evolución pasará por el control del dolor debido al uso masivo de analgésicos.
El dolor es bueno, en tanto en cuanto que hace que tomemos medidas. Me duele el dedo y por ello tengo cuidado con el dedo y no lo utilizo hasta que se cura; me duele el estómago y por ello tengo cuidado con lo que como hasta que el estómago se cura.

Pero por ejemplo, en una migraña… ¿Para que sirve el dolor? Y no solo en el caso de una migraña. El típico dolor de espalda asociado a un pinzamiento nervioso, el de la artrosis, el de una hemorroide… El siguiente paso en la evolución ha de ser la desaparición de los dolores que no sirven para nada o al menos su control.

Otra cosa en la que puede evolucionar el ser humano es en un hígado más resistente y eficiente, para soportar el castigo a que se le somete los fines de semana, y poder metabolizar el alcohol consumido sin dañarse y de una forma eficiente.

De todas formas ni yo, ni ninguno de los que leeis esto podreis comprobar hacia donde evolucionará el ser humano pero sería una porra interesante, ¿no?

domingo, 7 de octubre de 2007

La estadística y la suerte

La estadística, según dicen, se cumple siempre. Sin embargo no siempre se cumple de la misma manera. El que de 60000 veces que tiremos un dado haya como resultado aproximadamente 10000 veces uno y 10000 veces pueda salir dos no quiere decir que si yo tiro el dado 6 veces me vaya a salir cada vez un número distinto. Si así fuera los casinos se morirían de hambre.

Si aplicamos eso a la vida de andar por casa existe un componente de incertidumbre que, aunque a nivel global no exista porque la estadística se cumpla casi matemáticamente, a nivel particular sí que existe, y entonces entra en juego lo que conocemos como suerte.

Realmente la suerte no existe, no es tal. La suerte no es más que una desviación individual de la estadística que a nivel general no tendría repercusión. Sin embargo, esas desviaciones son las que hacen que a nivel local haya gente que le toque la lotería y se hagan ricos y haya otros que pierdan la pareja, la familia, el trabajo y yo que sé que cosas más. Lo achacamos a la suerte, pero al final son matemáticas, y aunque se pueden predecir los resultados para un grupo muy numeroso no se pueden predecir solo para un individuo, al menos con las herramientas que tenemos por aquí, ya que los videntes no usan la estadística.

Las tertulias

Hoy en día puede ser “periodista” cualquiera. Y no me refiero a los programas del corazón, de los que no digo nada porque apestan y no hacen falta razones, solo hay que ver medio minuto de cualquiera de ellos haciendo zapping.

Me refiero a las tertulias. En esos programas todo el mundo sabe de todo, y si no sabe se lo inventa porque el que se queda callado no repite. Y entonces asistimos a que alguien se ponga a hablar de economía sin saber de conceptos tan simples como la inflación o el producto interior bruto, o a que alguien se ponga a hablar de aeronáutica y diga que un avión vuela porque la propulsión a chorro de los motores hace que se despegue, o a que alguien diga que un motor de gasoil es peor para el efecto invernadero que uno de gasolina o que se descuelgue a comentar que las palomas tienen muñones en las patas porque son mutantes.

Y el problema es que aquellas personas con poco o ningún espíritu crítico dan todas esas cosas por ciertas porque “sale en la tele y tiene que ser verdad”, y aumenta la incultura que ya existe de un modo galopante en algunos sectores de la sociedad.

Ser tertuliano es muy sencillo. Algunos consejos para poder ser un buen tertuliano y ganarte la vida con media hora de “trabajo” al día podrían ser:

- Lo más importante: No te quedes callado nunca. Sepas o no sepas del tema di algo, aunque solo sean palabras huecas.
- Parafrasea a alguien conocido. A veces parece que se aprenden tres o cuatro citas y utilizándolas de forma dosificada ya aparentas tener idea.
- Jura que lo que dices es cierto, invéntate la fuente. Nadie la va a comprobar y siempre cuela.
- No lleves demasiado la contraria al moderador o no repites.
- Tienes que aparentar saber de todo. Piensa que los que tienes enfrente tampoco tienen ni pajolera idea, así que no importa que tu burrada sea la mayor.
- Si sacas una foto a alguien famoso o conoces al primo de la cuñada de la portera de la vivienda de algún famoso ya tienes plaza.

Eso es, a grandes rasgos, lo que debes hacer para ser un buen tertuliano. No te preocupes, lo harás genial. Se necesita mucho esfuerzo para empeorar el panorama de la tertulia en España, y aún así no creo que se pueda conseguir.

Superhombres

No solo existe el superman que todos conocemos. Existen otros. No me refiero a las diferentes versiones de héroes, ni a aquellos personajes de películas, generalmente americanas, que hacen y deshacen, suben y bajan, nunca les pasa nada, las balas les esquivan, sus huesos no se rompen, no les circula sangre por las venas y tienen más vidas que un gato (de esos puede que hable otro día).

Me refiero a los superhombres de verdad, a aquellos que sí que existen, aquellos de andar por casa y que arriesgan su vida a diario para que nosotros vivamos en un mundo mejor.

Hoy quiero reflexionar sobre las personas que se dedican a servicios de urgencia, bomberos, policia, rescate, voluntarios o asistencia de diversos tipos.

No es solo que hagan un trabajo encomiable, y que de vez en cuando puedan sentirse orgullosos por haber salvado vidas. Es el añadido de que cuando comienzan su jornada nunca saben si el riesgo va a estar ahí, escondido, esperando, traidor. Hoy puede ser un día tranquilo y aburrido sin nada que hacer y en cuestión de segundos deben subirse al helicóptero, al coche de bomberos, o esquivar las balas de un atracador. Y la vida no es como las películas. En la vida real los helicópteros no flotan eternamente en el aire, y si se caen no salen los ocupantes como si nada hubiera pasado. En la vida real el fuego quema, y si no tienes cuidado puedes acabar en el hospital o algo peor. En la vida real las personas no repelen las balas ni los cuchillos, ni pueden correr eternamente sin cansarse.

Nos levantamos por la mañana, salimos a la calle y seguimos con nuestra vida. Cuando oímos una sirena, o vemos despegar el helimer seguimos a lo nuestro sin pararnos a pensar que el hecho de oír esa sirena signifique que alguien está pasando por serios problemas. Son las cosas de la vida. Menos mal que esas personas que tienen problemas cuentan con personas que de mejor o peor forma, están ahí para ayudar.

Cuando pienso en su trabajo, a lo que se enfrentan y lo que consiguen, hace que me sienta pequeño, y que los problemas diarios de lo que nos quejamos pierdan su importancia, pero claro, ojos que no ven, corazón que no siente.