viernes, 25 de septiembre de 2009

Días de trueno

El día ya empezó bien la noche anterior. Leo en 20 minutos un artículo en el que informan que Varios satélites ilustran el rápido deshielo de la Antártida y Groenlandia y me puse a leer los comentarios. Leer más...Es impresionante lo atrevido que es el analfabetismo, escriben sin ningún rubor que "ya se había dicho que el calentamiento global se producía por el adelgazamiento de la capa de ozono". O que "Groenlandia fue verde alguna vez". Sueltan las paridas que son capaces de hilvanar con la neurona y media que aun conservan y se quedan tan panchos. Lo dicho, ya veremos si siguen diciendo tonterías cuando el agua les llegue a las cejas. Será que viven en sitios altos y lo que ocurre en realidad es que no les importa que desaparezcan las ciudades costeras.

Luego, para continuar con el medio ambiente, comentan por la radio que nuestros gobernantes, en un alarde de ecologismo eso sí, con el bolsillo de los demás, van a imponer un impuesto “verde” sobre los combustibles. Hombre, mejor que no usen la bandera ecologista, porque utilizarla con fines recaudatorios solo sirve para devaluar el término. No me parecería mal que se impusiera dicho impuesto si con lo recaudado se implantaran políticas de reforestación, o investigación de energías limpias, o cualquier otro campo que revierta sobre el clima. Pero decir que es un impuesto ecológico cuando no es más que una manera de recaudar, simplemente para que cuadren las cuentas de papá estado es insultante. Al final es como lo de las bolsas de plástico que comentó “energía blanca”. Los hipermercados de turno van de preocupados por el medio ambiente cuando en realidad lo que hacen es ni más ni menos que negocio. Y los paganos aplaudiendo con las orejas. Que daño hace la falta de cultura... así nos va. Y ya no entro en las ideologías políticas de los ponentes de tanta idea fácil, porque da igual que sean de izquierdas o de derechas, en fastidiar al administrado siempre se ponen de acuerdo. Y si dudais, podeis leer esto. Y lugo que me pidan que vote. ¿A quien? ¿Al malo o al peor? Porque del tema del congreso y el senado hablo otro día. No tengo tiempo ni espacio aquí.

Siguió el día y por la tarde en la radio escucho un programa en el que nos cuentan lo mal que está el mercado laboral, y un señor jardinero dice que cobra menos que la señora de la limpieza porque solo percibe nueve euros a la hora. Y que está mal porque los señores de treinta y pico compiten con los recién licenciados a la hora de ir a entrevistas en empleos concretos. Si una señora de la limpieza cobrase mil cuatrocientos euros por ciento sesenta horas de trabajo muy mal no iba a ir la economía. Pero el que dijo lo de los titulados no ha buscado un trabajo en su vida y desconoce la legislación laboral, porque el contrato en prácticas no se inventó ayer. Más tarde, ya entrada la noche, compruebo que mal está el mercado laboral en España AQUI. Está tan mal que casi nadie quiere los cuatrocientos veinte euros. ¿Será porque tienen que hacer cursos o aceptar oferta al efecto? Pues va a ser que no hay tan poco trabajo como dicen ni tanto paro como se afirma. España es diferente. A este paso emigro.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Los problemas que no lo son

De niño tuve muchos problemas, supongo que como todos. Hubo muchos de los que no era consciente y con el paso del tiempo me di cuenta de la afectación real que me produjeron. Hubo otros de los que sí era conocedor, y que en su momento me causaron inquietud, disgusto y preocupación. Leer más...Pasó el tiempo y llegó la adolescencia. Nuevos conflictos ocuparon mi psique, que me parecieron en su momento enormes. Ya no les daba importancia a los problemas de niño, me parecían nimiedades. Lo que me preocupaba eran los de mi adolescencia de los que era consciente, dificultades serias e irresolubles según pensaba en aquella época.

Siguió pasando el tiempo y la adolescencia dio paso a la juventud, y un proceso parecido sucedió, pasaron a tener vigencia los contratiempos de la juventud, y aquellos que me afectaban en la adolescencia me parecieron ridículos.

Llegamos a la vida adulta, y tres cuartos de lo mismo. ¡¡Quien tuviera los problemas de niño, adolescente o joven y no tuviera los de la vida adulta!!, pensareis muchos al leer esto. Pues en mi opinión, los de la vida adulta nos parecen enormes por lo mismo que nos parecían enormes los de niño cuando éramos niños o los de adolescente cuando éramos adolescentes.

Sin embargo tuve la mala suerte de soportar una racha bastante horrible, que afectó de forma irresoluble mi entorno (varios familiares fallecieron en un lapso de pocos años, algunos de enfermedades muy malas de llevar). Aprendí algo: Que eso que nos parecen problemas no lo son, solo los magnificamos, y el único problema, problema real, es aquel a la postre irresoluble, la enfermedad y la muerte. El resto no son problemas, solo están formados por la importancia que les damos.

Y me diréis… ¿Quién eres tú para decir lo que importa o lo que no? Pues sí, es cierto. Pero estoy seguro de una cosa, dentro de unos años, los problemas actuales os parecerán pecata minuta, a no ser que, como dije, tengan que ver con una enfermedad grave que no tenga cura o la muerte de algún amigo íntimo o un ser querido.

El resto, suspensos, no llegar a fin de mes, que se rompa la tele, que nos deje la novia, un divorcio, una rotura de cañería, un coche que no arranque o que se lleve un golpe (donde todo el mundo salga ileso), quedarse sin trabajo (siempre y cuando haya cobertura y posibilidad de encontrar otro)... todo eso tiene un posible arreglo, y aquellos a los que os parezca que se acaba el mundo, cuando tengáis un problema de verdad (que desgraciadamente tarde o temprano a todos nos toca), veréis como me dais la razón, y los obstáculos que veis ahora como enormes no son más que anécdotas. Y lo ridículo es lo mal que se pasa en el presente. Después, con la perspectiva del tiempo ves lo irrisoria que era la preocupación… y el tiempo perdido en ansiedades absurdas e inútiles, además de lo dañino que es el estrés para el cuerpo con los problemas de salud futuros a los que puede conducir.

Algo he aprendido y tengo claro: solo importa lo importante. Y aunque parezca de perogrullo, pregúntate que es para ti lo importante. Cuestiónate si tu preocupación actual está realmente justificada. ¿Qué pasa si tus peores augurios se cumplen? ¿Que pasa si el coche no arranca o tienes que dejar el trabajo o tienes que cambiar de pareja?¿Qué es aquello que si se rompe no tiene arreglo o hace que no tengas esperanza?

Cuando te respondas con la realidad, deja de preocuparte y VIVE, que solo estamos por aquí un suspiro, y para cuatro días es mejor aprovecharlos.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

El desafío del límite

Nacemos con unas restricciones físicas y/o mentales que determinan lo que somos capaces de crear, sentir o hacer. Pocos conocen datos reales de hasta donde llegan sus limitaciones, y el resto suelen hacerse una idea muy conservadora de las mismas, infravalorando de esta manera el potencial real de cada uno.
Leer más...Por ello la mayoría de las personas no se aventuran a intentar realizar algo que desafíe esas barreras, grabadas a fuego por estímulos externos, frases repetitivas, familia, amigos o traumas pasados. Esos obstáculos auto-impuestos suelen ser aquellos que nos frenan a la hora de levantar la voz y decir lo que pensamos, crear un relato, pintar, volar en ultraligero, preguntar, reclamar, leer en público, bailar un merengue o correr en una maratón. Cierto es que hay personas que no tienen esas trabas y cantan en televisión ante de millones de semejantes con una voz que imita un gato reumático al que le hubieran pisado la cola, (solo hay que ver algún participante de ciertos concursos televisivos), pero estoy seguro de que esos son los menos.

Esos límites, obstáculos o demarcaciones o como se quieran llamar conforman aquello que tiene relación con lo que habitualmente se conoce como “autoestima”.

En otra entrada anterior comenté que no tengo abuela, es decir, que tengo la autoestima muy desarrollada, y aunque creo que conozco mis límites teóricos estoy seguro de que son solo eso, teóricos y están ahí para ser sobrepasados.

Sin embargo la gente que me rodea, en su mayoría, tienen sus límites mentales en el piso de abajo o en el sótano. Sorprende ver lo competentes que son o podrían ser en distintos campos, tanto laborales como artísticos, y al mismo tiempo lo ajenos que viven a su capacidad. Eso hace que no utilicen sus dones porque no son conocedores de que los tienen, y el resto de los mortales nos perdamos geniales obras, inventos increíbles o innovaciones que no se han concebido porque el hipotético autor no osa desafiar sus límites teóricos, desconociendo que sus fronteras reales están mucho más allá.

No obstante y para que no nos quejemos, la baja autoestima tiene una carga aún peor para su portador porque al resto nos hurta el privilegio de disfrutar de sus creaciones capadas antes de existir, pero a él le limita la vida a otros niveles mucho más importantes. No se atreven a solicitar un trabajo mejor porque no se creen capaces de obtenerlo y a veces se quedan en un trabajo inferior, con peores retribuciones y más tarea. Su diagnóstico es ajeno a cualquier experiencia previa, ya que nunca lo han intentado. Se basa solo y exclusivamente en la falsa imagen de su capacidad que tienen grabada a fuego en su cabeza. Otras veces soportan a un amigo pelma porque se creen que tienen que soportarlo o no encontrarían otro. En ocasiones peores soportan los desmanes de una pareja que no les llega a la suela del zapato porque creen que no se merecen nada mejor, y en otros casos peores aún soportan malos tratos físicos y/o psicológicos por la misma razón. Piensan que tienen merecido lo que les caiga.

En esto solo puedo hablar de mi experiencia y de algo que una vez me comentó un amigo. Mi amigo decía “si optas solo a cien, te quedarás en el mejor de los casos con cincuenta, pero si optas a mil, te puedes llevar mil”.
En lo que a mi respecta puedo decir que “he hecho cosas que no imaginaríais”, más bien cosas que no me imaginaba ni yo, y que gracias a no escuchar a mi límite interior intenté y conseguí. Y en esto no bromeo.

Todos somos capaces de todo. Todos nos merecemos siempre lo mejor. Y lo que es más importante, todos nos merecemos siempre al mejor amigo, o a la mejor pareja. Y si no estamos satisfechos con nuestro trabajo, amigo, pareja, posesiones o lo que sea, es momento de intentar superar nuestros límites mentales y probar nuestros límites reales. Para ello no hay más que pararse un segundo a pensar… ¿Qué pierdo? La realidad, en la mayor parte de los casos, nada, porque comprobaremos que podemos. En el resto de ocasiones, aquellas en las que superemos nuestro limite real, solo una pequeña decepción o como mucho una cara colorada. Si sientes vergüenza piensa en el que canta como el maullido del gato pisoteado, y verás que no pasa nada.

Si lo intentas verás con mucha frecuencia que tu idea sobre tus límites estaba equivocada y que eres capaz de llegar mucho más allá. Que puedes desarrollar un trabajo mejor, y ¿Qué decir del cretino que soportas? Pues que en vez de no merecerle tú a él, lo más seguro es que sea él el que no te merezca a ti. En todos los ámbitos de la vida, pruébate y averigua a donde llegan tus límites. Apuesto a que te llevas una sorpresa para bien.

Como dijo Buzz lightyear, "PUEDO", y al final voló, con un cohete, pero voló.

jueves, 10 de septiembre de 2009

¿Quieres la verdad... de verdad?

Vivimos en un mundo hipócrita, y cuando digo esa palabra quiero decirla en mayúsculas. Es típico que la gente en grupos o corrillos diga siempre que prefiere la verdad. Pero esa afirmación en caliente y de cara a la galería... ¿es sincera? Leer más...
Tengo una amiga que suele caer mal y le cuesta hacer amigos. Es una persona maja y muy válida. Pero tiene un "defecto" a los ojos de muchos, que es muy sincera.

Es decir, que queremos "la verdad", pero no queremos LA VERDAD, queremos una verdad a medias, no vaya a ser que la buena, la correcta nos despierte o ponga de relieve nuestras carencias o deficiencias.

Recuerdo en un foro una vez que una persona que presumía de querer la verdad, recibió un baño de realidad. En ese momento cambió el concepto y pasó de querer LA VERDAD a querer otra "verdad". Decía que las personas que decían LA VERDAD en realidad estaban siendo agresivas.

Alguien le respondió en el mismo hilo diciendo que "Tu eres la que se siente agredida, el otro solo fue sincero". En este tema en concreto estoy de acuerdo con él.

Así que cuando digas que quieres la verdad... piensa si de verdad la quieres o simplemente es una frase hecha y te vas a sentir agredid@. La verdad suele doler, sobre todo si no la conoces y no estamos mentalizad@ para recibirla.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Los buenos pagan por malos

Desde ayer se comenzó en los centros Carrefour y Eroski a eliminar progresivamente las bolsas de plástico de un solo uso.

A la medida, medioambientalmente hablando, no le tengo nada que objetar. Es más, es algo que dadas las circunstancias debería haberse hecho hace mucho, y se puede hacer mucho más, por ejemplo prohibirlas por ley. No se sin Europa es así, pero en Francia y Alemania hace tropecientos años que te tienes que pagar tú las bolsas. Pero... Leer más... Lo malo del asunto es por que hemos llegado aquí. Hemos llegado aquí porque solo se reciclan el 10 por ciento de las bolsas. Hemos llegado aquí porque cuando no se reciclan muchas de ellas acaban en el mar matando ballenas, delfines, focas, peces...
Hemos llegado aquí porque la gente sigue teniendo un concepto de uso diferente de los productos en función de si son gratuitos o no.

Y así nos va.

Esa medida no habría sido necesaria si se reciclasen el cien por cien de las bolsas. Pero como el común de los mortales pasa de todo, solo entiende estas medidas. Así pagan los buenos por los malos.

Ocurre continuamente. Con todo.

Ejemplos: Que hay un elemento que va a 250 por hora, bajamos el límite de velocidad. Pero oiga... que ese energúmeno ya se había saltado el límite anterior... Da igual.

Otro más: Vamos a subir el precio del agua para concienciar a la gente de lo valiosa que es. Oiga, pero si yo ya tomo medidas, uso poco la cisterna... pues nada, agua cara para todos.

Otro más aún: No se dispensan antibióticos sin receta porque la gente se automedica. Pero a los pollos (que luego nos comemos) les ponen de antibiótico hasta las cejas, y yo, por unas anginas, las tengo que arrastrar una semana para que el médico me haga caso. O eso, o a mentir como un bellaco.

Pues eso, pagan los buenos por los malos.

Y a esperar que los fabricantes de bolsas y sus trabajadores no monten una organización al estilo de la SGAE, porque la industria de las bolsas de plástico da de comer a once mil trabajadores... A ver si nos van a cobrar un canon para compensar.

Ah, no, que los únicos que pueden vivir del cuento son algunos artistas... el resto a aguantarse y al paro.