Vivo en una ciudad de 270.000 habitantes. En una ciudad con 270.000 habitantes, según dicen los políticos se considera adecuado que existan 2 uvi’s móviles para asistencia a las personas en caso de accidente o enfermedad súbita grave.
Analizando las posibilidades de supervivencia de un cerebro con un deficiente o sin ningún aporte de oxígeno a medida que va pasando el tiempo, puede que los políticos digan que es suficiente, pero la realidad demuestra que el vivir o morir se reduce a un macabro juego de azar que depende de si la uvi que te toca está o no atendiendo a otra urgencia, está fuera de servicio o está en otro barrio, porque los escasos minutos en los que se produce la muerte cerebral, a no ser que me hayan engañado y las uvi’s móviles vuelen, no llegan ni con las carreteras vacías.
Y más si toca que la ambulancia se encuentre con el singer morning o el dominguero de turno que no se aparta, estorba y no es consciente de que esos 20 segundos que la ambulancia ha perdido detrás de él pueden suponer que alguien que iba a vivir ya no viva.
Así que en lo que a mi respecta, si en vez de gastarse en dinero en demostrarnos lo bueno que es el ayto de turno por la radio, por la tele o en panfletos informativos en los buzones que cuestan una pasta, o siendo tan generosos con las subvenciones al equipo de fútbol local que solo sirven para que los niños malcriados que no dan un palo al agua y además no son capaces de subir a primera tengan un coche de buena marca y última generación debido a sus fichas, a todas luces exageradas, o incluso en la propia televisión regional que solo sirve para que el gobierno de turno se dé autobombo y propaganda, en las subvenciones a fiestas regionales, o en tantas y tantas cosas donde se malgasta el dinero se incrementase el parque de uvis móviles todos saldríamos ganando, y en especial aquellos que han tenido o vayan a tener un episodio súbito en los que les peligre la vida. Nadie está libre de ello.
Analizando las posibilidades de supervivencia de un cerebro con un deficiente o sin ningún aporte de oxígeno a medida que va pasando el tiempo, puede que los políticos digan que es suficiente, pero la realidad demuestra que el vivir o morir se reduce a un macabro juego de azar que depende de si la uvi que te toca está o no atendiendo a otra urgencia, está fuera de servicio o está en otro barrio, porque los escasos minutos en los que se produce la muerte cerebral, a no ser que me hayan engañado y las uvi’s móviles vuelen, no llegan ni con las carreteras vacías.
Y más si toca que la ambulancia se encuentre con el singer morning o el dominguero de turno que no se aparta, estorba y no es consciente de que esos 20 segundos que la ambulancia ha perdido detrás de él pueden suponer que alguien que iba a vivir ya no viva.
Así que en lo que a mi respecta, si en vez de gastarse en dinero en demostrarnos lo bueno que es el ayto de turno por la radio, por la tele o en panfletos informativos en los buzones que cuestan una pasta, o siendo tan generosos con las subvenciones al equipo de fútbol local que solo sirven para que los niños malcriados que no dan un palo al agua y además no son capaces de subir a primera tengan un coche de buena marca y última generación debido a sus fichas, a todas luces exageradas, o incluso en la propia televisión regional que solo sirve para que el gobierno de turno se dé autobombo y propaganda, en las subvenciones a fiestas regionales, o en tantas y tantas cosas donde se malgasta el dinero se incrementase el parque de uvis móviles todos saldríamos ganando, y en especial aquellos que han tenido o vayan a tener un episodio súbito en los que les peligre la vida. Nadie está libre de ello.
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