viernes, 31 de julio de 2009

El amor de mentira

Como ultimamente tengo la musa confusa, para crear entradas me dedico a parasitar la inspiración ajena, cosas que veo o leo, un poco de aquí, un poco de allá.

Y como ayer Pilistruski y Simone han hablado del amor, me han dado la idea de esta entrada. Pero lo que vais a leer va orientado en otro sentido. Todo el mundo habla del amor, y se supone que todo el mundo sabe lo que es. Pues va a ser que no.
Leer más... O al menos, si saben lo que es lo disimulan muy bien. En una tendencia imparable en dirección casi vertical y sentido ascendente, actualmente en España se producen tres divorcios por cada cuatro matrimonios. Sin embargo, a principios de los ochenta esa cifra se dividía por nueve. ¿Por qué se ha producido entonces esa escalada? ¿Es que la gente se quiere menos ahora?
En mi opinión hay una serie de factores que llevaron a esto: El primero es que las mujeres que se casaban sin amor, con el único objetivo de dejar de depender de los padres para depender de un señor y así salir de casa. Eso era muy común: estaban enseñadas a aguantar y callar. Hoy en día eso no sucede, y las personas que viven infelices acaban estallando, aunque no tan pronto como deberían, algunas tardan años. Y otras muchos años. Y por eso las estadísticas de divorcios suben.

Otro factor que favorece el que las personas se divorcien más que antes es la legislación, el divorcio express, que ha hecho mucho más fácil el coger el petate.

Pero lo que creo que influye más en el incremento del número de divorcios es, aunque parezca un contrasentido, el amor. Pero como digo en el título, es el amor, pero el amor "de mentira".

¿Qué es el amor?
El amor es un sentimiento que te hace anteponer a otros sobre ti mismo en todos y cada uno de los ámbitos de la vida. Pero como me comentaba una amiga, esa definición es fría, como sacada de un diccionario, así que podemos describir lo que siente una persona cuando está enamorada:
* Hormigueo en la barriga.
* Pensamientos continuos y reiterativos sobre la otra persona.
* Deseo de estar en todo momento con la otra persona de forma prioritaria.
* Estar hablando horas de tonterías con la otra persona y perder la noción del tiempo.
* Estar pensando en tonterías de las que nunca se percataría en otra situación ya que el enamorado ve el mundo rosa.
* Tener cara de panoli como si hubiera fumado algo o tomado algo caducado.
* Parecerle graciosas cosas que habitualmente nunca le harian gracia.
* El típico tópico de que una verruga le parezca un lunar sin importancia.
* La falsa sensación de que todos los problemas desaparezcan.
* El tener como único problema estar con la otra persona de forma permanente.

Imagino que el que más y el que menos que haya estado enamorado se identifica con la mayoria de los puntos descritos. Esas sensaciones que hacen que estés "borracho de amor" son inigualables, y el que no las haya sentido en algún momento de su vida se ha perdido algo grandioso.

Entonces... ¿como es que eso puede llevarte al divorcio?
El problema es que el último punto que no he añadido y que añado ahora:

* Euforia y ceguera mental.

Y aquí es donde entra el problema:
Todas esas sensaciones, sobre todo la de la euforia y la ceguera mental son pasajeras. Definen el amor, pero "de mentira". El narcótico a los problemas que supone toda la química que desata la pasión, despues de un tiempo desaparece, y las sensaciones se hacen más "racionales" y "lógicas". Es entonces cuando los problemas que existian previos a la relación vuelven, las verrugas vuelven a ser verrugas, y las cosas que no hacian gracia antes, y que por culpa de la feniletilamina han hecho gracia una temporada, vuelven a no hacer gracia.

Es entonces cuando las relaciones fundadas solo en la química se van al garete, y caen por su propio peso. Una relación no se puede basar solo en ese tipo de sensaciones, porque son pasajeras. En esos momentos, aquellos enamoramientos que se han hecho al estilo de "Contigo pan y cebolla" aterrizan. Y si se ha producido el matrimonio, es cuando se pasa por el juzgado y se incrementan las estadísticas.

¿Pero eso no ocurría antes? En mi opinión la sociedad cada vez es más frívola, no tiene las necesidades de antaño (porque ya están cubiertas), y los seriales y los realities shows favorecen esa dinámica. En general se ve demasiado la televisión, y también se ven demasiadas películas. Y la realidad no es la que está en un guión o en la caja tonta: Una relación no son solo sensaciones. Una relación implica muchas más cosas, menos fuegos de artificio y más características de compatibilidad, que desde mi punto de vista configuran el verdadero amor.

La confianza, la complicidad, el estar para el otro cuando te necesita, el colocar tu pareja por encima de todo, ese tipo de cosas no son tan "explosivas" como las definidas antes, pero configuran los ingredientes para que una relación funcione.

Y luego en muchos casos viene "el aguante". Una relación nunca debe ser antisimétrica. Las flechas deben ir en los dos sentidos, y no me refiero solo a "decir te quiero". Eso es muy sencillo, lo hace cualquiera y no cuesta nada. Tampoco sirve "comprar flores" el día de los enamorados. Ese día están las floristerías llenas y no aportan nada. Hay relaciones de parasitismo donde una parte es la única que da y ofrece, y la otra solo recibe, bien de forma consciente, bien de forma inconsciente, y el que sea de forma inconsciente no es atenuante para el diagnóstico de relación enferma. Y claro, así hay una sola parte es la que da, la que soporta las esperas, la que tiene paciencia, la que aguanta no ser lo "primero" y la que tiene esperanzas de que el tiempo lo solucione todo. Sí... en nombre del amor lo soportan todo, los desplantes, el ser plato de segunda, la ausencia de esfuerzo por la otra parte, los engaños, las disculpas... y tantas y tantas cosas. Se autoengañan creyendo que el amor lo va a poder todo, y que es lo único que necesitan para vivir. Creen que el tiempo hará que el tema mejore y los obstáculos desaparezcan. Se entregan con tal sacrificio al otro que se anulan como personas, lo aguantan todo, hacen de la infelicidad su marca de vida y se condenan por años. Disculpan las ofensas de la otra parte, proyectan las causas de sus problemas hacia otros agentes, cuando no se dan cuenta de que en su mano está acabar con una relación marchita. Sí, perderían el amor. Pero tendrían la esperanza de volver a encontrarlo, o al menos, estar mejor solo que mal acompañado, como dice el dicho.

Lo que suele ocurrir en esos casos es que al final, pasa lo que tenía que pasar, pero mucho más tarde. Y además de una relación rota cosechan un montón de años de desdichas que les han llevado a perder oportunidades de ser felices.

Para mi el amor verdadero, el de verdad no son solo esas sensaciones que describía antes. El amor de verdad y el que configura una relacion con posibilidades de éxito se basa en el dar y recibir, y no me refiero solo a lo material. Hay que estar ahí para el otro y que el otro esté ahí para ti, demostrar (no con palabras, sino con hechos) que el otro es lo primero para ti y tener la certeza de que tú eres lo primero para el otro. Debes tener confianza plena , y que la otra parte la tenga contigo. Y de vez en cuando hacer alguna pequeña locura que haga que vuelvas a sentir aquellas sensaciones, aunque solo sea por un rato, y que recuerde a la otra parte que sigue siendo lo más importante para ti.

Si no tienes eso, tienes todas las papeletas de perder el tiempo y ganar lágrimas. No esperes a incrementar aún más las estadísticas de divorcio esperando demasiado, haciendo que pierdas el tiempo, siendo desdichada, y perdiendo oportunidades de ser feliz.

Disculpen ustedes el tocho.

0 comentarios: